No es casualidad que esta zorra transexual tenga un ano tan grande y dilatado, si siempre lo tiene dispuesto para que una buena polla se meta en él y le arranque orgasmos hasta que le pidan que pare. Sin embargo, no siempre tiene tantas ganas de marcha, y hoy quiere pasar un rato relajada jugando con su pene, que tampoco está tan mal de tamaño, y que no siempre es tratado como a ella le gustaría. Esta puta filipina le tiene cogido el tranquillo a las pajas transexuales, y hay que decir que por lo general, le hace falta muy poco tiempo para empalmarse a base de caricias y acabar teniendo una corrida.