Pasando por alto el hecho de que ahora los vampiros prefieren recibir corridas en vez de sangre fresca, y que les coman la polla antes de morder cuellos, hay otra cosa curiosa en este video porno. Y es que esta rubia shemale, en vez de estar acojonado por su encuentro con un ser del más allá, resulta que está alucinada con su verga, que es una bestialidad. Y encima, no deja de compararla con la suya.
Pero el vampiro pasa de rivalidades, y prefiere disfrutar de esas trancas que la naturaleza les ha dado. Cuando comprueba que el culo de la transexual xxx está bien mojado y dilatado, sabe que está a punto de disfrutar de su follada de ojete. Y entonces, el tema del tamaño del pene queda olvidado.