No hay nada mejor que tener una buena amiga de esas en las que puedes confiar plenamente en todo lo que le cuentes. Además, si compartís piso y vais juntas de compra y todas esas cosas ya es como si fuerais hermanas incluso. El único inconveniente entre nuestras protagonistas de este vídeo, es que una tiene polla y la otra una necesidad tremenda de rabo.