Esta lavacoches transexual no suele cobrar en carne; prefiere cobrar por su trabajo y luego echar un polvo si se tercia. Pero con este cliente negro la cosa cambió, porque el tipo se sintió alucinado con su culo desde el primer momento. Incluso antes de saber que era shemale, ya le estaba proponiendo sexo anal, de una manera tan persuasiva que ella pensó en el pago con sexo. Y no se arrepintió, porque aunque ella hizo un buen trabajo, esa polla negra fue magnífica. Casi le rompe su culo transesual, provocando los mejores orgasmos que había tenido en toda su vida.