Esto puede ser una actividad dominical como cualquier otra, aunque bueno, no negaré que tiene algunas originalidades. Pero para una pareja hay pocas cosas más excitantes que hacer un domingo que irse a follar al aire libre, aunque tenga que soportar el frío infernal. Seguro que están tan calientes que ni lo notan, y además, juegan a cierto jueguecito sexual donde ambos están vestidos de rameras, con encajes y tacones. Realmente, que tu hombre se vista de mujer no le gusta a todas las tías, pero para esta pareja se ha convertido en un fetiche para su relación, cosa que siempre viene bien.