Una profesional del sexo que trabaja en la calle se sube a la furgoneta de un cliente que requiere sus servicios y le ofrece a la chica que se vaya a su casa para terminar el trabajo con un compañero de piso al que tambien le gustan las trasvestis y los hombres. Vamos, que entre los tres se pegan unas folladas de culo que ya no se sabe ni quien es gay, ni quien travesti, ni nada.