Este pervertido se volvió loco de gusto cuando se dio cuenta de la razón por la que esta rubia maciza no era tetona como a él le gustan, y por el contrario tenía tetas pequeñas, como si no le hubieran crecido. La razón, por supuesto, es que la zorra transexual le había ocultado que era un tío y que estaba en pleno proceso hormonal, pero cuando se descubrió el pastel, ya no pudo resistirse a follar su culo caliente, y obligarla a que le hiciera alucinantes mamadas, aunque al final él también fue enculado con una polla tiesa y dura.