Qué jodido es trabajar como director del resort en verano, cuando hay tanta gente divirtiéndose y él currando como un cabrón. Pero no se le escapó la rubia tetuda que pasó corriendo tras él camino de la piscina. Dios, nunca había visto un par de melones tan grande, y aunque sabía que eran tetas operadas, siguió a su dueña como abejas a la miel. Joder, tenía que chupar esos pezones, y no tardó mucho en conseguirlo pues la turista alemana también tenía ganas de sexo; y mientras lo hacía le extrañaba lo hinchado que se había puesto su clítoris. Ahí no estuvo fino, porque lo que puta xxx tenía entre las piernas era una polla transexual; y tuvo que chuparla antes de que la cerda shemale lo dejara follarla.