No se puede negar que esta tía sentirá toda una aventura cada vez que va a follar con su marido. Porque no todas las casadas pueden decir que varias veces a la semana tiene sexo travesti, y precisamente con su esposo. Claro que, aunque lo contara, puede que nadie lo creyera, o que está casada con un degenerado. Porque el hombre vestido de mujer y con una espesa barba, es justo lo que parece.
Pero parece que a ella eso la pone muy cachonda, y por supuesto también a su maromo, que se da prisa en hacerle una penetración vaginal con su polla dura mientras tiene el coño mojado. Claro, él sabe que su lencería sexy hace su trabajo muy bien, y quiere rematarlo con un buen polvo.