Eso de que una pasajera transexual se vaya haciendo una paja en el asiento de atrás de tu coche sin duda es una verdadera tentación… Tanto, que la taxista tuvo que aparcar a un lado de la carretera, y tomar cartas en el asunto. Claro que, en vez de la bronca que esta jovencita shemale se merecía, lo que hizo fue ayudarla a correrse con sus mamadas y sus caricias a su polla erecta. Parecía que la guarra del volante era la pareja perfecta para la viciosa tranny del asiento trasero, o al menos en esta ocasión se compenetraron muy bien.