Aunque a esta rubia transexual le encanta el mundo de las motos y todo lo que tenga que ver con ellas, hay algo que le gusta mucho más, y eso es, por supuesto, el sexo xxx. Lo bueno es que con su nuevo novio puede unir sus dos pasiones, pues el maromo es un motero como ella y además tiene un taller, donde arregla todo tipo de vehículos y tunea sus burras de forma muy guay; y además suelen usarlo como picadero, un lugar íntimo y perfecto para darse por culo mutuamente, y comerse las pollas el uno al otro lejos de ojos voyeur.