Seguramente esta cerda travesti haya pillado esas ropas de colegiala de alguna hija o sobrina, que puede que ni se haya dado cuenta del asunto. ¿Quién podría imaginar que alguien cogería las ropas de una jovencita para grabarse mientras se penetra el culo con un consolador? Sólo por eso este hombre maduro ha mantenido oculto su afición a vestirse de chica: por la incredulidad de los que lo rodean.